RENOVANDO . . .

Como me gustan las hortensias de Asturias, me encantan, en todos sus colores, pero los más fuertes son mis favoritos, así que estoy aprovechando las que serán, quizá, las últimas de esta temporada que adornen mi casa. 

 Hace unos días, antes de que llegara la ola de calor africano, tuve un ratito de tiempo libre y me puse manos a la obra. 

Este cabecero era de cuero, y la verdad que ya quería renovarlo. Mi mamá no me entiende, me dice que ella tuvo muchos de sus muebles desde que se caso y nunca se cansó de ellos, que manía tengo yo de estar dando vueltas toda la casa cada poco . . . ¡ vaya uno a saber !, de ella se ve que no lo heredé.

Así que busqué el trozo de tela que había comprado en Ikea cuando hice los almohadones ( sino te acordás te los vuelvo a mostrar más abajo), pinzas y la grapadora ( ¡ fundamendal Watson!). y en menos de una hora ya tenía renovado el cabecero, pero. . .

. . . como que le faltaba algo. Y de repente se me encendió la lamparita y corrí a esa bolsa donde tengo guardados viejos tesoros en crochet.  Y buscando y probando, al final me decidí por este tapete

obviamente le dá un aire romántico, cálido, vintage. . . justo lo que yo quería

los almohadones le hacen de completo, muy a juego,

¿ te gusta cómo quedó?

Las opiniones familiares estuvieron algo dividas. A algunos les gustaba más sin el tapete y a otros no. 

Bueno uno a veces pregunta por preguntar porque yo quedé encantada, con una sonrisa de oreja a oreja y unas ganas locas de acostarme en la cama . . . bueno debo confesar que esas ganas ya les tenía antes de la renovación, 

es que últimamente me levanto con ganas de acostarme.

Lleva tiempo transformar una casa en un hogar, 

y yo poco a poco voy haciendo míos los ladrillos.

 En la habitación ya tengo mis lámparas, mis almohadones y mi cabecero. Todo lo hice aprovechando y reciclando cosas. . . es divertido, agudiza el ingenio, tus manos se vuelven hábiles, lo podés hacer en compañía de alguien o de buena música, con un café, té o chocolates,

pero lo más importante es que disfrutás ese momento y mágicamente se te olvida el resto del mundo y lo que pasa en el.

Animate a crear algo lindo, 

con tus propias ideas y manos, 

y luego sonreí.