sábado, 13 de febrero de 2016

RENOVAR ... SE ...

 Si llevamos muchos años haciendo algo,
en este caso patchwork,
la verdad es que ya hicimos casi de todo.
 Por lo tanto, tenemos casi de todo.
Y nos cansamos de muchas cosas de tanto verlas.
 
O de los colores o estampados que en su momento usamos.
 
 Así que, como en otro orden de cosas de nuestra vida,
en esto tampoco está mal ir renovándonos. 
 Para renovar mi viejo guardabloques,
usé una vieja colección de telas que me sigue gustando mucho.
En lugar de cuadros, está vez hice tiras.
 Y como tenía tiempo y ganas quise bordarle algo en el interior.

Y en la parte central del cierre,
una linda etiqueta, con una frase que me encanta.
Y ya que estaba con tiras,
¿ por qué no colocarle alguna por dentro?
 Está muñequita no será la última vez que la vean,
porque tengo pensadas para ella muchas más cosas.
 


 Si no tenés un guardabloquesyo te aconsejo hacerte uno.
Tendrás los bloques y/o su piezas en un lugar seguro, 
donde tampoco se arrugarán y es fácil de transportar.
Y qué mejor que estrenar mi guardabloques
con nuevos proyectos.
 
Mis alumnas a veces me siguen a ciegas,
otras veces esperan a ver el resultado final para decidirse,
y está vez una de ellas empezó conmigo desde cero
y acá está el suyo casi, casi terminado.
¡Es precioso !, me encanta como le quedó
y es otro buen ejemplo para ver cómo cambia
un trabajo según las telas y colores que usemos.
 Ahora me voy a tomar un café,
para luego ponerme a coser.
Y como mañana es el "día de los enamorados",
yo les deseo un día lleno de amor.




sábado, 6 de febrero de 2016

¿ DÓNDE ESTÁN LAS TIJERAS?

 Un pequeño grupo de compañeras de trabajo y dada
la complicación de ir de cena para festejar el fin de año juntas,
este año decidieron cambiar la rutina anual.
Dado que a todas cosen un poquito, decidieron regalarse
unas horas juntas para hacer lo que les gusta.
Eligieron el día, el proyecto y me llamaron.
Mi taller se abrió solo para ellas, le di mi aire a un viejo patrón
para guardar las tijeras, preparé algo rico para el café
y todo empezó a fluir.
 Ayer en clase y como sin querer,
decidimos que teníamos que ir todas a
 comprar un poco de bies.
En cadena una pasó a buscar a otra y
 así llegamos a la mercería.
Nos tentamos con algunos botones y un poco de elástico
para algo que teníamos en mente.
¡ Que poco y rápido compramos !, así que
ya está la excusa perfecta para ir a desayunar.
 
¡Que rico estaba el café !, ¿ tomamos otro?,
pues claro, la charla es amena.
 
 Uyyyyy, cómo se fue la hora...
 tengo que pasar por la carnicería, ¿ me acompañan?, 
 pues sí vamos.
 Y yo ( dijo otra) tengo que pasar a comprar té, 
¿ vamos?, clarooooo.
 Uyyyyy, ahora sí que se nos hizo tarde. 
( Una)Tengo que ir a buscar a mi madre,
(otra) y mi marido me mata que se quedó con los niños 
y le dije que volvía en un ratito,
y yo tengo que ir a hacer la comida.
Y ustedes, sí, sí, las que me están leyendo,
se preguntarán a qué viene todo esto.
Pues a nada y a todo.
Solo que a veces con ratitos tan simples como estos,
se puede ser feliz.
Más de una vez hay que cortar 
con lo que nos impide ser feliz,
y mejor si tenemos a mano
las tijeras, ¿ no les parece ?.

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...