MIS AGUJAS DE CROCHET

Así de desordenadas estaban guardadas

 mis pobres agujas de crochet.

Pero un día tuve una linda idea que se convirtió en un lentoooooo proyecto, 

que hoy por fin está terminado,

 y yo más que feliz.

Como a muchas, a mi también las casitas me encantan.

Está es alta y súper cómoda para este fin.

 Abriendo su tejado, de ambos lados puedo ver todas

 mis lindas y variadas agujas.

Ahora están todas en un mismo lugar, bien a mano.

La casita la decoré imaginando viejos faroles, un sillón para relajarme debajo de un bello y florido árbol.

 Con un pequeño jardín detrás de viejas y despintadas maderas.

 Las flores no podían dejar de ser de crochet, 

¿ no les parece?

 Ahora que ya tengo las agujas, las revistas y los hilos en su sitio, sólo me falta tiempo para el aprendizaje.

 

  Un farolito para velas, que encontré por ahí,  me sirve para no perder el ovillo.

 Ahora tengo todo más a mano para

 relajarme alguna tarde en el sillón,

y adelantar los grannies para mi futurísima mantita.

Mi pequeño pueblo va creciendo. 

Todas mis casitas tienen su utilidad, no les quepa ninguna duda,

no importa que tamaño o que forma tengan, 

todas guardan algo en su interior.

¿ Les gustó la idea?